Esta semana les comparto algo que leí en Tiempo y narración de Paul Ricoeur: Dentro del capítulo, el autor hace una crítica de algunos postulados de Danto y expone las propuestas de Gallie y Mink.
Danto sostiene que toda frase narrativa está vinculada al pasado y al presente, así que estará directamente afectada por la situación y época en que se encuentra su narrador. La única manera de estar seguros de la historia narrada sería si pudiéramos con un narrador estrella que estuviera en el lugar de los hechos, de lo contrario ésta historia se verá afectada al pasar el tiempo dando como resultado una narración. Ricoeur acepta y de alguna manera apoya el trabajo de Danto respecto a la narración, pero desde su punto de vista le hace falta profundizar en los acontecimientos que sirven como unión para poder entender un proceso.
Gallie por su parte presenta las diferencias entre proseguir una historia y narrarla “Cualquiera que sea el contenido de la comprensión o de la explicación de una obra histórica, debe ser evaluada con relación a la narración de la que procede y a cuyo desarrollo contribuye”[1]
Por otro lado Mink nos ayuda a ahondar en la concepción narrativista que ha sido abordada por otros autores, pero que es él quién la ha analizada de manera más profunda “ … pasa revista a las principales discordancias ya señaladas por otros, entre las exigencias altamente prescriptivas del modelo y la comprensión efectiva puesta en práctixa por la historiografía corriente; muestra que solo puede explicar éstas discordancias si se establece correctamente la autonomía de la comprensión histórica” [2] Uno de sus aportes, el acto configurante, pone los elementos en un complejo único de relaciones y que busca encontrar el origen o la causa de lo que estamos estudiando. Por otro lado establece que una comprensión aspira a aprehender el mundo como una totalidad.
[1] Ricoeur, Paul. Tiempo y narración, Siglo XXI, 1995, pp.251
[2] Ibid, pp. 260
miércoles, 29 de octubre de 2008
a vueltas con la teodicea
Juan Antonio Estrada es autor de Razones y sinrazones de la creencia religiosa. Dentro de su obra está el capítulo "A vueltas con la teodicea", es decir de la "relación entre Dios y el mal"1. Plantea una muerte de Dios que se ha ido desintegrando poco a poco. Sin embargo el autor jamás menciona elementos o demás autores que confirmen la muerte de Dios, aunque es sabido que fue Nietzsche quién propuso esto. Sin embargo la falta de notas al pie de página debilitan su postulado.
Plantea también, la muerte de la metafísica causada por la misma sociedad que ha ido perdiendo sus ideologías ed universalidad. "La desaparición de estas referencias globales (...) hace que el problema del mal sea cada vez más acuciante e irresoluble."2 Con la muerte de Dios se vuelve cada vez más inadmisible la opción de cupar al creador por los males que acongojan al mundo, es ahora el propio ser humano quien es el responsable de su vida y por ende, de los males que surgen.
En la tradición cristiana se le adjudica el papel de creador de la palabra a Dios, por lo tanto la historia y las vivencias se vuelven una hermenéutica divina. Toda relación entre divinidad y ser humano recae sobre interpretaciones, nunca sobre una comunicación directa.
En la filosofía de Heidegger, la contemplación de ideas divinas es el origen de toda sabiduría, por lo que el autor hace entrar en un conflicto al lector. Primero había dicho que con la muerte de la divinidad surgen nuevas teorías que ponen al hombre como responsable de los acontecimientos y, después, nos habla de Heidegger quien adjudica la sabiduría a la contemplación divina.
Un poco más adelante, Juan Antonio Estrada comenta que la pretensión de la cultura y filosofía occidental "ha sido siempre la de alcanzar la razón pura, es decir, una razón imparcial, neutra y objetiva viendo lo no racional (lo otro que la razón) como mera irracionalidad."3 No se me hace lógico que en primera instancia utilicie la hermenéutica, que afirma la existencia de tantas interpretaciones como lectores de un documento, por lo tanto una corriente que niega la objetividad, y después haga alusión a una meta occidental de alcanzar la famosa objetividad. Habiendo tantas nuevas teorías que niegan la existencia de la objetividad, Estrada sigue en una postura que me remite al siglo XIX.
Hace un breve recuento de distintas teorías que han surgido y su posición ante la fe. SIn embargo no adopta ninguna de ellas, solo las explica transitoriamente. Conforme avanza su obra comienza a rechazar la justificación del mal. También narra algunos intentos teolóficos por comatibilizar el mal con una figura de Dios bueno.
1. Juan Antonio Estrada, "A vueltas con la teodicea", en Razones y sin razones de la creencia religiosa, Madrid, Trotta, 2001, p. 103
2. Idem
3. Ibidem, p. 108
Estrada, Juan Antonio. "A vueltas con la teodicea", en Razones y sin razones de la creencia religiosa, Madrid, Trotta, 2001, p. 103-138.
Ana Rocío Hernández Santes
El retorno del pasado.
Esta semana, en base de las entredas que han realizado mis compañeros sobre michel DeCerteau, me gustaria presentar un analisis que realicé en los primeros semestres de la carrera, aunque solo lo tome como base para escribir esta entrada.
Ya que la historia es algo que ya sucedio, es una perdida, esta ausente, es algo que no podremos recuperar exactamente como fue, por eso le podríamos llamar un acto de duelo a la historia, “Es esta ausencia la que constituye el discurso histórico. La muerte del otro lo pone fuera de nuestro alcance y, por eso mismo, define el estatus de la historiografía, es decir, el texto histórico”[1].
Este pasado, que ya no es recuperable exactamente como fue, siempre regresa a nosotros, pero no regresa de la misma manera, regresa de otra forma. Podríamos comparar esta idea, a la forma en la que trabaja el psicoanálisis, un trauma regresa desde el inconsciente a lo conciente, pero al regresar, es diferente a como fue.
Ya que la historia es algo que ya sucedio, es una perdida, esta ausente, es algo que no podremos recuperar exactamente como fue, por eso le podríamos llamar un acto de duelo a la historia, “Es esta ausencia la que constituye el discurso histórico. La muerte del otro lo pone fuera de nuestro alcance y, por eso mismo, define el estatus de la historiografía, es decir, el texto histórico”[1].
Este pasado, que ya no es recuperable exactamente como fue, siempre regresa a nosotros, pero no regresa de la misma manera, regresa de otra forma. Podríamos comparar esta idea, a la forma en la que trabaja el psicoanálisis, un trauma regresa desde el inconsciente a lo conciente, pero al regresar, es diferente a como fue.
El pasado siempre regresa a nosotros en la forma de una diferencia, y esto será lo mas cerca que lleguemos a la "verdad", por lo que la historia se convierte en el deseo de una ausencia, lo que deseamos estudiar siempre va a estar ausente, por lo que a la escritura de la historia le podríamos llamar un acto de duelo. En mi opinión, las partes que nos regresen como diferencia, aunque no son suficientes para calmar este deseo, nos ayudan a superar la perdida del pasado, a sustituirlo, pero solo por un tiempo, ya que los seres humanos siempre viviremos deseando, nunca terminaremos de tratar de complacer nuestro nuevos deseos. “La resurrección del pasado consiste en hacerlo como lo deseamos”[2].
El pasado ya no puede cambiar, siempre será igual, lo que cambia es el estudio de el, dependiendo quien lo estudie y cuando lo estudie como se llegara a un retorno del pasado cada vez diferente al anterior, podríamos hasta pensar que si por ejemplo yo estudio una situación en el pasado el día de hoy, la diferencia me llegara de otra manera a si la estudio dentro de una semana, nosotros nos vamos moviendo y vamos cambiando, “¡No es que haya cambiado ese antiguo mundo pasado¡ ese mundo ya no se mueve. Nosotros lo movemos. Cambia, si se quiere ver así, pero yo cambio mi manera de verlo”[3].
Ya que el pasado no nos regresa tal y como fue, lo que el historiador produce al escribir un libro de historia es una diferencia, no es el pasado mismo sino una diferencia entre el presente y el pasado, creo que lo que hacemos es una comparación entre nosotros y el otro, y así adquirimos la diferencia
[1]Michel de Certeau. “Historio y estructura”, en Historia y Psicoanálisis, p. 102
[2] Idem.
[3] Idem.
jueves, 23 de octubre de 2008
La participación de la mujer en el siglo XV, Los desposorios de Giovanni Arnolfinni.
La participación de la mujer en el siglo XV, Los desposorios de Giovanni Arnolfinni.
“…Manteneos erguidas mirando de frente ante vosotras y si queréis dirigir la
mirada a un lado volved cuerpo y rostro a la vez…”[1]
El papel de la mujer en la Historia, siempre ha sido preponderante; en la antigüedad esta preponderancia era, hasta cierto punto, oculta y, en la actualidad es casi manifiesta.
Me atrevería a decir, que la participación femenina fue importante, aunque no figurara, dado que en todas las manifestaciones del arte aparece, ya sea en la escultura, la pintura, o la literatura aunque casi nunca las obras fueran firmadas por ella.
Durante la Edad Media, tanto en sus albores como en su final, la mujer fue objeto de polémica en la literatura, en la que los autores se clasificaban como feministas o antifeministas según ensalzaran o vituperaran su presencia, y en donde la figura femenina era elevada a la posición de exalsitud o denostada al extremo de la misogenia.
Entre los autores feministas del siglo XV en España existían algunos que mas que ponderar las virtudes de la mujer se concretaban a mostrar sus diferencias con los varones, como fue el caso de Pérez de Tudela, el cual si bien no las alababa tampoco las satanizaba.
Otros en cambio como Fray Martín de Córdoba, en su obra: el Jardín de las nobles doncellas, dedicada a Isabel de Inglaterra, cuando fue nombrada heredera al trono por su hermano Enrique IV, no solo rebatía los conceptos vertidos por los escritores misógenos sino que establecía una especie de tratado tendiente a orientar su reinado sobre las bases morales que habrían de guiar el desempeño de la mujer en la sociedad.
Otros feministas solo expresaban su inquietud por establecer normas morales, como Juan Luis Vives o Fray Luis de León. El primero, en su obra “Instrucción de la mujer cristiana” la dirige a iluminar a los padres sobre la educación que deben dar a sus hijas, jóvenes cristianas; y el segundo en su obra “La perfecta casada” orienta a los maridos sobre lo mismo, respecto a su mujer.
Los autores antifeministas en cambio, solo veían aspectos malos, ruines y viciosos llegando a asegurar inclusive, que “la mujer es, por naturaleza, mas viciosa y proclive a la maldad que el hombre”[2]
Los antifeministas, fueron claramente influenciados por la obra del escritor italiano Giovanni Bocaccio, autor de biografías femeninas y de la obra Corvaccio, en la que critica duramente y sin razón a las mujeres.
Para los misògenos, la mujer era la culpable de todos los vicios y desgracias que aquejaban a los hombres, empezando por Eva, en la Biblia, culpable de hacer que Adán cometiera la falta e inductora del pecado original en la humanidad, en cambio los feministas, cuestionaban esta aseveración considerando que en la Biblia la prohibición no era para Eva, sino para Adán, y el culpable de la desobediencia en todo caso no fue ella sino él; y que si bien la mujer tenia debilidades y vicios estos no eran mayores que los de los hombres.
Mediando entre estas dos corrientes, existían los moderadamente feministas, los que se constreñían a señalar las virtudes que según ellos debían adornar a la mujer.
En primer lugar, una virtud que según afirma Diego de Valera debía ser inherente a la condición de mujer era la castidad puesto que “hay mujeres que están dispuestas a poner su castidad por encima de todo lo demás.”[3]
Sin embargo, para otros como Alfonso Martínez de Toledo arcipestre de Talavera, el problema radica en que “la mujer es lujuriosa por naturaleza, la gran tentadora, capaz de arrastrar al hombre, incapaz de resistirse a sus encantos al abismo de la pasión.”[4]
Otros mas moderados como Fray Martín de Córdoba dice que “cuando una mujer es casta, su virtud resplandece de una forma especial” [5]aunque reconoce, menos indulgente que “el numero de mujeres honestas no es muy elevado.”[6]
La falta de castidad, según los antifeministas conducía a la deshonra familiar y que por eso, dado que la mujer era a gran tentadora, el arcipestre de Talavera, acérrimo misógeno, aconsejaba educar a los niños separados de la niñas aun cuando fueran hermanos.
Otra de las virtudes de la mujer debía ser la honestidad, pero no solo debía ser honesta sino además, parecerlo. Para ello no debía hacer visitas sin la compañía de otra señora y siempre, con el permiso del marido; no debía sonreír mucho a riesgo de parecer frívola; sus visitas, aun cuando fueran a la familia no deberían ser frecuentes pues podría ponerse en duda los motivos de las mismas.
Era menester que su trato fuera dulce y suave para con los demás y su risa y plática discretas, sobretodo en presencia de los varones pues podría malinterpretarse.
El aspecto intelectual en la mujer era elitista; solo un reducido numero de ellas pertenecientes a las clases mas altas sabían leer y escribir, debido a que tenían que aprenderlo a través de profesores casi siempre varones pues la mujer que se dedicaba a aesta profesión era mal vista por la sociedad.
Por lo que respecta a la salud al no existir mujeres médicos las visitas al doctor eran sumamente limitadas y solo en caso de extrema necesidad.
En su ambiente familiar la mujer antes del matrimonio estaba sujeta a la tutela paterna, y eran educadas para ser doncellas virtuosas y una vez casadas, esposas virtuosas.
Los matrimonios, en casi todos los casos, eran arreglados según la conveniencia económica, política, o social por los padres de ambos contrayentes.
El amor, como tal se consideraba inexistente y solo como reflejo de deseo carnal, dado que no se concebía la atracción espontánea, sino como producto de la convivencia y el trato diario.
La mujer, sometida siempre a sus padres debía estar preparada para extender este sometimiento a su esposo. Una buena y sumisa esposa debía ser piadosa y misericordiosa con los pobres, levantarse temprano y dedicarse a los oficios propios de su sexo con diligencia y con medimiento y, no despilfarrar ni desperdiciar los haberes del esposo.
La maternidad, era considerada como garantía de la estabilidad matrimonial e incluso se concedía al varón el derecho de repudiar a la mujer y obtener el libelo de divorcio en los casos de infertilidad femenina.
La crianza de los hijos era papel de la madre prescindiendo, en lo posible, de nodrizas, puesto que estas podrían transmitir al niño, mediante la lactancia parte de sus vicios o malos hábitos.
Como prototipo del ambiente familiar del siglo XV el cuadro de Jan Van Eyck “Los Desposorios de los arnolfinni” fechado en 1434, causó en mi profunda impresión pues lo considero una obra impregnada de humanismo, ya que representa al mercader italiano Arnolfinni tomando de la mano as novia Giovanna Cenami, en la intimidad de su alcoba y en la presencia de ella es un
claro reflejo de la mujer descrita en este trabajo como valuarte de modestia, dulzura y humildad de una esposa medieval.
[1] Caballero de la Tour Landry Libro para la enseñanza de sus hijas. Historia de la vida privada (2004)
[2] María del Pilar Rábade Obradó (1980) El arquetipo femenino en los debates intelectuales del siglo XV Europeo. P 264
[3] María del Pilar Rábade Obradó (1980) El arquetipo femenino en los debates intelectuales del siglo XV Europeo. P 271.
[4] María del Pilar Rábade Obradó (1980) El arquetipo femenino en los debates intelectuales del siglo XV Europeo. P 271.
[5] Fray Martín de Cordoba p 116 La exigencia de la castidad.
[6] Fray Martín de Cordoba p 107 La exigencia de la castidad.
http://cv.uoc.edu/~04_999_01_u07/percepcions/perc48.html
“…Manteneos erguidas mirando de frente ante vosotras y si queréis dirigir la
mirada a un lado volved cuerpo y rostro a la vez…”[1]
El papel de la mujer en la Historia, siempre ha sido preponderante; en la antigüedad esta preponderancia era, hasta cierto punto, oculta y, en la actualidad es casi manifiesta.
Me atrevería a decir, que la participación femenina fue importante, aunque no figurara, dado que en todas las manifestaciones del arte aparece, ya sea en la escultura, la pintura, o la literatura aunque casi nunca las obras fueran firmadas por ella.
Durante la Edad Media, tanto en sus albores como en su final, la mujer fue objeto de polémica en la literatura, en la que los autores se clasificaban como feministas o antifeministas según ensalzaran o vituperaran su presencia, y en donde la figura femenina era elevada a la posición de exalsitud o denostada al extremo de la misogenia.
Entre los autores feministas del siglo XV en España existían algunos que mas que ponderar las virtudes de la mujer se concretaban a mostrar sus diferencias con los varones, como fue el caso de Pérez de Tudela, el cual si bien no las alababa tampoco las satanizaba.
Otros en cambio como Fray Martín de Córdoba, en su obra: el Jardín de las nobles doncellas, dedicada a Isabel de Inglaterra, cuando fue nombrada heredera al trono por su hermano Enrique IV, no solo rebatía los conceptos vertidos por los escritores misógenos sino que establecía una especie de tratado tendiente a orientar su reinado sobre las bases morales que habrían de guiar el desempeño de la mujer en la sociedad.
Otros feministas solo expresaban su inquietud por establecer normas morales, como Juan Luis Vives o Fray Luis de León. El primero, en su obra “Instrucción de la mujer cristiana” la dirige a iluminar a los padres sobre la educación que deben dar a sus hijas, jóvenes cristianas; y el segundo en su obra “La perfecta casada” orienta a los maridos sobre lo mismo, respecto a su mujer.
Los autores antifeministas en cambio, solo veían aspectos malos, ruines y viciosos llegando a asegurar inclusive, que “la mujer es, por naturaleza, mas viciosa y proclive a la maldad que el hombre”[2]
Los antifeministas, fueron claramente influenciados por la obra del escritor italiano Giovanni Bocaccio, autor de biografías femeninas y de la obra Corvaccio, en la que critica duramente y sin razón a las mujeres.
Para los misògenos, la mujer era la culpable de todos los vicios y desgracias que aquejaban a los hombres, empezando por Eva, en la Biblia, culpable de hacer que Adán cometiera la falta e inductora del pecado original en la humanidad, en cambio los feministas, cuestionaban esta aseveración considerando que en la Biblia la prohibición no era para Eva, sino para Adán, y el culpable de la desobediencia en todo caso no fue ella sino él; y que si bien la mujer tenia debilidades y vicios estos no eran mayores que los de los hombres.
Mediando entre estas dos corrientes, existían los moderadamente feministas, los que se constreñían a señalar las virtudes que según ellos debían adornar a la mujer.
En primer lugar, una virtud que según afirma Diego de Valera debía ser inherente a la condición de mujer era la castidad puesto que “hay mujeres que están dispuestas a poner su castidad por encima de todo lo demás.”[3]
Sin embargo, para otros como Alfonso Martínez de Toledo arcipestre de Talavera, el problema radica en que “la mujer es lujuriosa por naturaleza, la gran tentadora, capaz de arrastrar al hombre, incapaz de resistirse a sus encantos al abismo de la pasión.”[4]
Otros mas moderados como Fray Martín de Córdoba dice que “cuando una mujer es casta, su virtud resplandece de una forma especial” [5]aunque reconoce, menos indulgente que “el numero de mujeres honestas no es muy elevado.”[6]
La falta de castidad, según los antifeministas conducía a la deshonra familiar y que por eso, dado que la mujer era a gran tentadora, el arcipestre de Talavera, acérrimo misógeno, aconsejaba educar a los niños separados de la niñas aun cuando fueran hermanos.
Otra de las virtudes de la mujer debía ser la honestidad, pero no solo debía ser honesta sino además, parecerlo. Para ello no debía hacer visitas sin la compañía de otra señora y siempre, con el permiso del marido; no debía sonreír mucho a riesgo de parecer frívola; sus visitas, aun cuando fueran a la familia no deberían ser frecuentes pues podría ponerse en duda los motivos de las mismas.
Era menester que su trato fuera dulce y suave para con los demás y su risa y plática discretas, sobretodo en presencia de los varones pues podría malinterpretarse.
El aspecto intelectual en la mujer era elitista; solo un reducido numero de ellas pertenecientes a las clases mas altas sabían leer y escribir, debido a que tenían que aprenderlo a través de profesores casi siempre varones pues la mujer que se dedicaba a aesta profesión era mal vista por la sociedad.
Por lo que respecta a la salud al no existir mujeres médicos las visitas al doctor eran sumamente limitadas y solo en caso de extrema necesidad.
En su ambiente familiar la mujer antes del matrimonio estaba sujeta a la tutela paterna, y eran educadas para ser doncellas virtuosas y una vez casadas, esposas virtuosas.
Los matrimonios, en casi todos los casos, eran arreglados según la conveniencia económica, política, o social por los padres de ambos contrayentes.
El amor, como tal se consideraba inexistente y solo como reflejo de deseo carnal, dado que no se concebía la atracción espontánea, sino como producto de la convivencia y el trato diario.
La mujer, sometida siempre a sus padres debía estar preparada para extender este sometimiento a su esposo. Una buena y sumisa esposa debía ser piadosa y misericordiosa con los pobres, levantarse temprano y dedicarse a los oficios propios de su sexo con diligencia y con medimiento y, no despilfarrar ni desperdiciar los haberes del esposo.
La maternidad, era considerada como garantía de la estabilidad matrimonial e incluso se concedía al varón el derecho de repudiar a la mujer y obtener el libelo de divorcio en los casos de infertilidad femenina.
La crianza de los hijos era papel de la madre prescindiendo, en lo posible, de nodrizas, puesto que estas podrían transmitir al niño, mediante la lactancia parte de sus vicios o malos hábitos.
Como prototipo del ambiente familiar del siglo XV el cuadro de Jan Van Eyck “Los Desposorios de los arnolfinni” fechado en 1434, causó en mi profunda impresión pues lo considero una obra impregnada de humanismo, ya que representa al mercader italiano Arnolfinni tomando de la mano as novia Giovanna Cenami, en la intimidad de su alcoba y en la presencia de ella es un
claro reflejo de la mujer descrita en este trabajo como valuarte de modestia, dulzura y humildad de una esposa medieval.
[1] Caballero de la Tour Landry Libro para la enseñanza de sus hijas. Historia de la vida privada (2004)
[2] María del Pilar Rábade Obradó (1980) El arquetipo femenino en los debates intelectuales del siglo XV Europeo. P 264
[3] María del Pilar Rábade Obradó (1980) El arquetipo femenino en los debates intelectuales del siglo XV Europeo. P 271.
[4] María del Pilar Rábade Obradó (1980) El arquetipo femenino en los debates intelectuales del siglo XV Europeo. P 271.
[5] Fray Martín de Cordoba p 116 La exigencia de la castidad.
[6] Fray Martín de Cordoba p 107 La exigencia de la castidad.
http://cv.uoc.edu/~04_999_01_u07/percepcions/perc48.html
martes, 21 de octubre de 2008
Memoria e historia
En este semana me gustaría hablar sobre un texto de Jacques Revel, en el cual habla sobre algunas formas a partir de la cuales la historia se puede relacionar con la memoria.
Revel nos dice que en los últimos años esta relación se ha hecho mas fuerte, y que puede ser observada a través de diversos aspectos, el primero de ellos, y en mi opinión el más importante, es la conmemoración: “En este fin de siglo se vio cómo se multiplicaban las ocasiones de celebrar los hechos decisivos de nuestro pasado”. [1] Hay un gesto de instituir ciertas fiestas como lugares de memoria, una presentificación, la conmemoración hace presente lo que sabemos que esta ausente.
Otro forma a partir de la cual se relacionan es la patrimonialización, “Todo ocurre como si los franceses poco a poco hubieran tomado la costumbre de considerar el conjunto de las huellas infinitamente diversas de su experiencia colectiva como un tesoro que era urgente conservar y proteger, un fondo que los arraigaba”. [2] Revel nos dice que la presentificacion sustituye formas de búsqueda de la historiografía, por lo que debe de haber un deber de la historia, esta tiene que encontrar nuevas formas de verificación de lectura de fuentes, de construcción del discurso histórico. "De alguna manera, es nuestra relación con el pasado lo que de este modo tiene a ser reconstruido a través de una dimensión conmemorativa. Esto es cierto del pasado lejano, cada vez más vivido (…). [3]
Un último aspecto que me gustaría dejar claro es que la memoria solo se mantiene viva porque se reinventa constantemente, no se regresa al pasado, sino que se construye un memoria, el pasado no da respuesta, sino que se tiene que buscar en el presente. La memoria nos existe por sí sola, ya que cambia constantemente a partir de las necesidades de una sociedad, por esta razón, a lo largo de los años, un mismo suceso es visto de distintas maneras.
[1] Jacques Revel, “La carga de la memoria: historia frente a memoria en Francia hoy” en Jacques Revel, Un momento historiográfico. Trece ensayos de historia social, Buenos Aires, Manantial, 2005, p. 271.
[2] Ibidem, p. 272.
[3] Ibidem, p. 273
Revel nos dice que en los últimos años esta relación se ha hecho mas fuerte, y que puede ser observada a través de diversos aspectos, el primero de ellos, y en mi opinión el más importante, es la conmemoración: “En este fin de siglo se vio cómo se multiplicaban las ocasiones de celebrar los hechos decisivos de nuestro pasado”. [1] Hay un gesto de instituir ciertas fiestas como lugares de memoria, una presentificación, la conmemoración hace presente lo que sabemos que esta ausente.
Otro forma a partir de la cual se relacionan es la patrimonialización, “Todo ocurre como si los franceses poco a poco hubieran tomado la costumbre de considerar el conjunto de las huellas infinitamente diversas de su experiencia colectiva como un tesoro que era urgente conservar y proteger, un fondo que los arraigaba”. [2] Revel nos dice que la presentificacion sustituye formas de búsqueda de la historiografía, por lo que debe de haber un deber de la historia, esta tiene que encontrar nuevas formas de verificación de lectura de fuentes, de construcción del discurso histórico. "De alguna manera, es nuestra relación con el pasado lo que de este modo tiene a ser reconstruido a través de una dimensión conmemorativa. Esto es cierto del pasado lejano, cada vez más vivido (…). [3]
Un último aspecto que me gustaría dejar claro es que la memoria solo se mantiene viva porque se reinventa constantemente, no se regresa al pasado, sino que se construye un memoria, el pasado no da respuesta, sino que se tiene que buscar en el presente. La memoria nos existe por sí sola, ya que cambia constantemente a partir de las necesidades de una sociedad, por esta razón, a lo largo de los años, un mismo suceso es visto de distintas maneras.
[1] Jacques Revel, “La carga de la memoria: historia frente a memoria en Francia hoy” en Jacques Revel, Un momento historiográfico. Trece ensayos de historia social, Buenos Aires, Manantial, 2005, p. 271.
[2] Ibidem, p. 272.
[3] Ibidem, p. 273
domingo, 19 de octubre de 2008
Historia como duelo....

¡Hola a todos! Esta semana les comparto algo que leí en Historia y Psicoanálisis dondeDe Certeau sostiene que la Historia es una erótica del duelo por que el pasado es irrecuperable para los historiadores, es el deseo de algo ausente.
Para Freud al momento de tener una pérdida se pasa por un trabajo de duelo que es superado cuando el objeto perdido tiene una sustitución, en el caso de la Historia, la escritura puede ayudar a llenar ese vacío mientras que para Lacan el duelo es eterno y por lo tanto lo que queda es aprender a vivir con esa pérdida.
Para Freud al momento de tener una pérdida se pasa por un trabajo de duelo que es superado cuando el objeto perdido tiene una sustitución, en el caso de la Historia, la escritura puede ayudar a llenar ese vacío mientras que para Lacan el duelo es eterno y por lo tanto lo que queda es aprender a vivir con esa pérdida.
Entonces como historiadores vivimos en un duelo permanente ya que somos conscientes de que nuestro objeto de estudio como tal no existe, por que ese anhelado pasado es irrecuperable, es la construcción obtenida por medio de nuestro trabajo (seleccionamos las fuentes, sabiendo que ellas no constituyen ni la verdad absoluta ni lo que realmente sucedió y entonces realizamos las conexiones y nuestra propia interpretación de un acontecimiento determinado). “Hago Historia en el sentido no sólo de producir textos historiográficos, sino de llegar, por mi trabajo, a la conciencia de que algo sucedió, algo muerto hoy, inaccesible por no estar vivo”[1]
[1] De Certau, Michel. Historia y Psicoanálisis, Segundo Edición, México, UIA, 1995, pp. 104.
martes, 14 de octubre de 2008
La Morfología
Para continuar lo que mencionaba la semana antepasada me gustaría hablar acerca de la morfología, según es utilizada por Ginzburg en la Microhistoria.
En primer lugar debería de hablar sobre como entiende la morfología una investigación histórica, ya que al ver como trabaja nos podemos dar cuenta lo distinto que puede ser a la microhistoria, pero Ginzburg encuentra una forma de utilizarla como una herramienta y aplicarla a sus investigaciones. La morfología es el conocimiento de las formas, y aplicado a una investigacion histórica se podría utilizar para inferir información que no se tiene, un ejemplo sería analizar los cuentos, como lo hace Vladimir Propp, y a través de encontrar la estructura que se sigue en los todos ellos, vaciarlos de contenido y descubrir semejanzas, se busca lo común en todos los cuentos, universalizando la forma de escribirlos.
Lo que dice Ginzburg es que estas formas no pueden ser descubiertas si no que estas son construídas por el investigador, y se utilizan como un tipo de elementos metahistóricos. Estas formas, a las que podemos llamar inventadas, se pueden utilizar como un punto de partida que sirva para encontrar lo particular, lo especifico dentro de lo general, la forma ayuda a pensar un proceso que queda fijado. Pero lo que dice Ginzburg es que el trabajo del historiador no termina con analizar las individualizaciones, sino que se tiene que regresar a historizar la misma forma que se utilizó como punto de partida.
Una manera en la que yo lo entiendo es como decir que las formas (como universalidades) sirven para hablar de particulares históricas de la misma manera que el concepto de Dios, como el ser perfecto, tiene que existir (aunque sea como una construcción) para poder entender las imperfecciones individuales. No estoy diciendo que sea lo mismo, sino que los conceptos metahistoricos se construyen para poder partir de ellos y analizar problemas específicos.
http://en.wikipedia.org/wiki/Vladimir_Propp
http://www.lsf.com.ar/libros/49/HISTORIA-NOCTURNA/
En primer lugar debería de hablar sobre como entiende la morfología una investigación histórica, ya que al ver como trabaja nos podemos dar cuenta lo distinto que puede ser a la microhistoria, pero Ginzburg encuentra una forma de utilizarla como una herramienta y aplicarla a sus investigaciones. La morfología es el conocimiento de las formas, y aplicado a una investigacion histórica se podría utilizar para inferir información que no se tiene, un ejemplo sería analizar los cuentos, como lo hace Vladimir Propp, y a través de encontrar la estructura que se sigue en los todos ellos, vaciarlos de contenido y descubrir semejanzas, se busca lo común en todos los cuentos, universalizando la forma de escribirlos.
Lo que dice Ginzburg es que estas formas no pueden ser descubiertas si no que estas son construídas por el investigador, y se utilizan como un tipo de elementos metahistóricos. Estas formas, a las que podemos llamar inventadas, se pueden utilizar como un punto de partida que sirva para encontrar lo particular, lo especifico dentro de lo general, la forma ayuda a pensar un proceso que queda fijado. Pero lo que dice Ginzburg es que el trabajo del historiador no termina con analizar las individualizaciones, sino que se tiene que regresar a historizar la misma forma que se utilizó como punto de partida.
Una manera en la que yo lo entiendo es como decir que las formas (como universalidades) sirven para hablar de particulares históricas de la misma manera que el concepto de Dios, como el ser perfecto, tiene que existir (aunque sea como una construcción) para poder entender las imperfecciones individuales. No estoy diciendo que sea lo mismo, sino que los conceptos metahistoricos se construyen para poder partir de ellos y analizar problemas específicos.
http://en.wikipedia.org/wiki/Vladimir_Propp
http://www.lsf.com.ar/libros/49/HISTORIA-NOCTURNA/
¿Michael de Certeau en película? (Ana Rocío)
Hola compañeros, les escribo para compartirles un dato de una película que se llama Madre Juana de los Ángeles. Es de origen polaco, el director es Jerzy Kawalerowicz. La película trata sobre una monja cuyo convento está en un pueblo de Francia hacia el siglo XVII, Juana de los Ángeles es la madre superiora de dicho convento, sin embargo también es la encabezadora de una serie de posesiones que sufren todas las integrantes de la orden.
Michael de Certeau en su obra La escritura de la Historia 1 y en específico en el capítulo "El lenguaje alterado. La palabra de la posesa" trata sobre el fenómeno ocurrido durante el siglo XVII en varios conventos, en los cuales se daban una serie de posesiones demoníacas en las mujeres.
Aunque la película fue filmada en 1961, es interesante ver como existen conceptos símiles, a pesar de no tener contacto el director de la película con el autor jesuita del texto previamente mencionado. Por ejemplo, de Certeau nos explica cómo es que las posesiones demoníacas acababan con la voz de la posesa debido a que las declaraciones que daba durante su posesión eran manipuladas por aquellos que le realizaban el exorcismo. Los diálogos que ocurrían entre posesa y exorcista se basaban en una serie de preguntas que el sacerdote realizaba a la monja que vivía las experiencias satánicas, por así llamarles. "(...) no podemos suponer que seguramente, el discurso de la posesa exista en alguna parte, como un tesoro oculto que debamos sacar de debajo de las interpretaciones que lo cubren (...)"2 El discurso de la posesa viviendo la experiencia diabólica es manipulado por aquellos que se encontraban registrándolo. Nunca la posesa pudo haber escrito durante su posesión la vivencia. Sino que, era relatado después.
En la película podemos ver una representación de los exorcismos que se llevaban acabo. Así como también el director nos da a entender que la posesión demoniaca no es algo que se pueda explicar, pues existe una escena en la cual la monja Juana de los Ángeles le trata de explicar al cura que la exorcisa que jamás entenderá el sentimiento que ella vive al momento de sus posesiones. Al final de la película, el sacerdote sufre una posesión y es entonces cuando por fin logra comprender la pérdida de individualidad que sentía la Madre Superiora cuando los ocho demonios se hacían sus dueños.
La película está muy interesante, las actuaciones me parecieron buenísimas. Les dejo la ficha por si les interesa conseguirla. Me la prestaron pero tengo entendido que en el Videodromo de Arte que está en la colonia Condesa la pueden conseguir.
Kawalerowicz, Jerzy. Mother Joans of Angels, Polonia, 1961, duración 105 min.
1: Michael de Certeau, "El lenguaje alterado. La palabra de la posesa." en La escritura de la Historia, México, 2006, Universidad Iberoamericana, pp. 237-256.
2: Ibidem, p. 246.
Bibliografía:
De Certeau, Michael. "El lenguaje alterado. La palabra de la posesa." en La escritura de la Historia, México, 2006, Universidad Iberoamericana, pp. 237-256.
Ana Rocío Hernández Santes
lunes, 13 de octubre de 2008
Hayden White
Otra mención a Hayden White,´ pues he traído varias de sus ideas en la cabeza esta semana. Hayen White intenta durante todo su discurso, demostrar que la historia contiene una parte literaria importante debido al uso recurrente de la narración.
Se inclina a postular que la historia tienen una poética, regida por la prefiguración, el cómo entiende el hombre las cosas, y su función es danos una estrategia de explicación, las cuales se dividen en tres:
A) Estrategias de argumentación por trama
B) Estrategias de argumentación por la forma
C) Estrategias de argumentación por implicación ideológica.
Volviendo a la narrativa, ésta se implica en la historia cuando tiene que ver con la aparición del discurso histórico tal, apoyándose en fundamentos científicos.
Los metacódigos nos permiten tener una trama que conecte los acontecimientos y hacernos ver la moral (criterio contrario a estético)
La narración, entonces nos permite dar un juicio de valor.
El metacodigo, según Hayden White, puede ser utilizado o por el historiador.
Entonces, sería interesante encontrar una forma no narrativa de escribir el discurso histórico, como por ejemplo la meditación, pero habría que averiguar como puede lograrse esto.
La narrativa histórica tiene un contenido, una serie de hechos reales, es labor del historiador encontrar esos contenidos, aplicar correctamente el método histórico y no precisamente requiere de un talento poético para inventar hechos, como en el caso de la literatura.
Aun así, Hayden White dice que la narrativa es solo una forma mas del discurso, y propone estudiarla solo como contenido del mismo.
Entonces, la narrativa:
a) Cumple con ciertas funciones,
b) Sirve para transmitir códigos,
c) Ayuda a moldear y transmitir pues modifica el contenido solo con cambiar la forma de decirlo.
d) Da diferentes mensajes con diferentes objetivos.
Pero entra aquí el problema, pues si la historia es narrativa implica que no es 100% científica y por ello, puede o no tener un valor de verdad.
Mmmm... problemática y más problemática.
Se inclina a postular que la historia tienen una poética, regida por la prefiguración, el cómo entiende el hombre las cosas, y su función es danos una estrategia de explicación, las cuales se dividen en tres:
A) Estrategias de argumentación por trama
B) Estrategias de argumentación por la forma
C) Estrategias de argumentación por implicación ideológica.
Volviendo a la narrativa, ésta se implica en la historia cuando tiene que ver con la aparición del discurso histórico tal, apoyándose en fundamentos científicos.
Los metacódigos nos permiten tener una trama que conecte los acontecimientos y hacernos ver la moral (criterio contrario a estético)
La narración, entonces nos permite dar un juicio de valor.
El metacodigo, según Hayden White, puede ser utilizado o por el historiador.
Entonces, sería interesante encontrar una forma no narrativa de escribir el discurso histórico, como por ejemplo la meditación, pero habría que averiguar como puede lograrse esto.
La narrativa histórica tiene un contenido, una serie de hechos reales, es labor del historiador encontrar esos contenidos, aplicar correctamente el método histórico y no precisamente requiere de un talento poético para inventar hechos, como en el caso de la literatura.
Aun así, Hayden White dice que la narrativa es solo una forma mas del discurso, y propone estudiarla solo como contenido del mismo.
Entonces, la narrativa:
a) Cumple con ciertas funciones,
b) Sirve para transmitir códigos,
c) Ayuda a moldear y transmitir pues modifica el contenido solo con cambiar la forma de decirlo.
d) Da diferentes mensajes con diferentes objetivos.
Pero entra aquí el problema, pues si la historia es narrativa implica que no es 100% científica y por ello, puede o no tener un valor de verdad.
Mmmm... problemática y más problemática.
domingo, 5 de octubre de 2008
El eclipse del acontecimiento.
A pesar de que varios historiadores se han querido separar de la Historia como narración, no lo han logrado pues al final terminan cayendo en la misma Historia narrativa de siempre pues como dice De Certau, la Historia se vale de la Literatura para poder hacer el pasado pensable, convirtiéndose la narración en la única representación posible del pasado.
Ricoeur en el capítulo del eclipse de la narración expone como dos corrientes del pensamiento han tratado de separar a la Historia de la narración esto ha sido imposible pues siempre aparece la narrativa para dar una percepción del pasado.
La historiografía francesa a tratado también de tapar el acontecimiento, tratando de enfocarse únicamente en procesos o hechos sociales en su totalidad; dejando a un lado los hechos aislados, humanos, pasados que se encuentran en la alteridad. “el eclipse de la narración procede principalmente del desplazamiento del objeto de la Historia: ya no es el individuo agente, sino el hecho social en su totalidad.”[1]
Marc Bloch basa su estudio en que la crítica desplaza la narración, la Historia solo se debe basar en lo que se dice de la narración y no en lo que dice la narración dejando así de un lado el acontecimiento.
Cuando aparece Braudel en la escuela de los Annales, trata de modificar la noción de acontecimiento diciendo que este no es creado por el individuo, sino por su entorno; ya que condena a la historia hecha por individuos como episódica y la del entorno como de larga duración. “En este contexto crítico nació el concepto de “larga duración” opuesto al acontecimiento, entendido como duración breve”[2]
Braudel dice que la Historia de corta duración o episódica es de carácter narrativo, y la de larga duración utiliza diferentes mecanismos que la hacen no narrativa.
En conclusión de lo anterior se puede decir, que a pesar de que la historiografía francesa hizo todo lo posible por tapar el acontecimiento y con ello la narración, nunca se separó de ella pues para hacer una Historia de larga duración es necesario utilizar la narración, sin ella no podemos hacer una representación del pasado.
[1] Ricoeur, Paul. Tiempo y Narración, Mèxico, Siglo XXI, 1995, P.170.
[2]Ricoeur, Paul. Tiempo y Narración, Mèxico, Siglo XXI, 1995, P.181.
Ricoeur en el capítulo del eclipse de la narración expone como dos corrientes del pensamiento han tratado de separar a la Historia de la narración esto ha sido imposible pues siempre aparece la narrativa para dar una percepción del pasado.
La historiografía francesa a tratado también de tapar el acontecimiento, tratando de enfocarse únicamente en procesos o hechos sociales en su totalidad; dejando a un lado los hechos aislados, humanos, pasados que se encuentran en la alteridad. “el eclipse de la narración procede principalmente del desplazamiento del objeto de la Historia: ya no es el individuo agente, sino el hecho social en su totalidad.”[1]
Marc Bloch basa su estudio en que la crítica desplaza la narración, la Historia solo se debe basar en lo que se dice de la narración y no en lo que dice la narración dejando así de un lado el acontecimiento.
Cuando aparece Braudel en la escuela de los Annales, trata de modificar la noción de acontecimiento diciendo que este no es creado por el individuo, sino por su entorno; ya que condena a la historia hecha por individuos como episódica y la del entorno como de larga duración. “En este contexto crítico nació el concepto de “larga duración” opuesto al acontecimiento, entendido como duración breve”[2]
Braudel dice que la Historia de corta duración o episódica es de carácter narrativo, y la de larga duración utiliza diferentes mecanismos que la hacen no narrativa.
En conclusión de lo anterior se puede decir, que a pesar de que la historiografía francesa hizo todo lo posible por tapar el acontecimiento y con ello la narración, nunca se separó de ella pues para hacer una Historia de larga duración es necesario utilizar la narración, sin ella no podemos hacer una representación del pasado.
[1] Ricoeur, Paul. Tiempo y Narración, Mèxico, Siglo XXI, 1995, P.170.
[2]Ricoeur, Paul. Tiempo y Narración, Mèxico, Siglo XXI, 1995, P.181.
Ésta semana quiero compartirles un capítulo de la obra de Hayden White El Contenido de la forma, en el cual nos habla acerca de la narrativa dentro de la historiografía actualmente. La primera parte del texto explica lo que es la narrativa en sí, caracterizándola como algo natural de la conciencia humana, además de hablar un poco acerca de la relación que tiene con las ciencias y las diferentes disciplinas “Una disciplina que produce relatos narrativos de su objeto como un fin en sí parece teóricamente poco sólida; una disciplina que investiga sus datos a fin de contar una historia sobre ellos parece metodológicamente deficiente”[1]
Así mismo habla de la condición de ésta dentro de los estudios históricos, los cuales utilizan la narración para convertirla en un tipo de discurso que en ocasiones se usa para representar hechos históricos, enfrentándose problemática de la posibilidad de representarlos fielmente, y la distinción que tienen frente a la ficción ( como cuentos populares, mitos etc…) gracias a su contenido, es decir, que las historias históricas no contienen acontecimientos inventados por el que lo escribe sino hechos que sucedieron y que el narrador va encontrando para poder presentarlos.
“La historia contada en la narrativa es una mímesis de historia vivida en alguna región de la realidad histórica, y en la medida en que construye una imitación precisa ha de considerarse una descripción fidedigna”[2] Para él la narrativa es un contenido en el que vemos reflejada la experiencia del mundo y las personas en un determinado.
Posteriormente muestra la postura del siglo XIX, donde aparece el modo de discurso disertativo que consiste en demostrar una lógica, el historiador interpretaba lo que el consideraba una historia verdadera y su narración era una representación de lo que el tomaba como lo que realmente había sucedido.
En otra parte habla acerca de distintas posturas como las de Danto, Gardiner y Mink, que consideran que la narración tiene un estatus epistemológico en el que explica los acontecimientos y procesos históricos en comparación a los naturales. Braudel, Le Goff y Furet, que desconocían el carácter científico de la narrativa, buscando deshacerse de ella para hacer del discurso histórico una verdadera ciencia. Foucault, Derrida y Eco, tomándola en cuanta como un código que es posible que sirva o no para representar la realidad y finalmente Gadamer y Ricoeur siendo para ellos la manifestación de un discurso específico que expone la conciencia temporal.
Concluyendo que la narrativa tiene que cumplir con ciertas funciones, puede servir para la transmisión de ciertos códigos y como historiadores nos ayuda a moldear y transmitir el mensaje que buscamos dar, el cual tiene diferentes objetivos. Establece que el pasado es perceptible únicamente de manera imaginaria, por medio de las imágenes no del objeto en sí.
[1] White, Hayden, El contenido de la forma, Barcelona, Paídos, 1992 (Básico 58) Pág 41.
[2] Ibid, Pág 43
Así mismo habla de la condición de ésta dentro de los estudios históricos, los cuales utilizan la narración para convertirla en un tipo de discurso que en ocasiones se usa para representar hechos históricos, enfrentándose problemática de la posibilidad de representarlos fielmente, y la distinción que tienen frente a la ficción ( como cuentos populares, mitos etc…) gracias a su contenido, es decir, que las historias históricas no contienen acontecimientos inventados por el que lo escribe sino hechos que sucedieron y que el narrador va encontrando para poder presentarlos.
“La historia contada en la narrativa es una mímesis de historia vivida en alguna región de la realidad histórica, y en la medida en que construye una imitación precisa ha de considerarse una descripción fidedigna”[2] Para él la narrativa es un contenido en el que vemos reflejada la experiencia del mundo y las personas en un determinado.
Posteriormente muestra la postura del siglo XIX, donde aparece el modo de discurso disertativo que consiste en demostrar una lógica, el historiador interpretaba lo que el consideraba una historia verdadera y su narración era una representación de lo que el tomaba como lo que realmente había sucedido.
En otra parte habla acerca de distintas posturas como las de Danto, Gardiner y Mink, que consideran que la narración tiene un estatus epistemológico en el que explica los acontecimientos y procesos históricos en comparación a los naturales. Braudel, Le Goff y Furet, que desconocían el carácter científico de la narrativa, buscando deshacerse de ella para hacer del discurso histórico una verdadera ciencia. Foucault, Derrida y Eco, tomándola en cuanta como un código que es posible que sirva o no para representar la realidad y finalmente Gadamer y Ricoeur siendo para ellos la manifestación de un discurso específico que expone la conciencia temporal.
Concluyendo que la narrativa tiene que cumplir con ciertas funciones, puede servir para la transmisión de ciertos códigos y como historiadores nos ayuda a moldear y transmitir el mensaje que buscamos dar, el cual tiene diferentes objetivos. Establece que el pasado es perceptible únicamente de manera imaginaria, por medio de las imágenes no del objeto en sí.
[1] White, Hayden, El contenido de la forma, Barcelona, Paídos, 1992 (Básico 58) Pág 41.
[2] Ibid, Pág 43
miércoles, 1 de octubre de 2008
Microhistoria
Esta semana me gustaría hablar sobre la microhistoria de Ginzburg, y presentar mi entendimiento sobre algunos punto que han sido presentados por el profesor Alfonso Mendiola en la clase de "Historiografía contemporánea".
La aportación de la microhistoria que me pareció de más importancia es el concepto de escala, ya que Ginzburg introduce este problema y recomienda que sea utilizado en cualquier investigación histórica. Lo que dice Ginzburg es que es importante tomar en cuenta la escala que se desea utilizar al realizar una invetigacion, ya que dependiendo en que escala se vaya a trabajar, la visión será otra y la información que se recibirá será diferente.
Las escalas no son acumulables, sino que a diferentes acercamientos se verán cosas completamente distintas, esto se puede explicar con un ejemplo muy sencillo: si queremos hacer una investigación sobre una nación, un grupo social o un individuo, el resultado de esta investigación será otro. La microhistoria trabaja con escalas pequeñas como lo dice su nombre, que ha diferencia de la historia Macro que busca la totalidad y las estructuras, se enfoca en las partes, en los diferente y particular.
La historia Macro se basa en las estructuras, ya que considera que estas determinan las acciones de los individuos, se cree que el individuo se conduce a partir de una cultura, de reglas, por lo que si conociéramos el código de una cultura podríamos derivar las acciones de los individuos que la integran. Por otro lado, la Microhistoria nos dice que el individuo transforma esta "cultura" a partir de sus acciones, en el momento de actuar hay una multiplicidad de contextos, un campo de posibilidades que son determinadas a partir de la recepción de la limitada información que posee en individuo y el tiempo escaso en el que realiza la acción. Por esta razon, las acciones no pueden ser determinadas y deducidas a partir del estudio de las estructuras sociales, ya que estas cambiasn constantemente y se van actualizando a partir de los individuos.
Mas sobre Carlo Ginzburg y Microhistoria.
http://en.wikipedia.org/wiki/Carlo_Ginzburg
http://www.uv.es/jserna/Microhistoria.htm
http://es.shvoong.com/humanities/1692661-el-queso-los-gusanos/
Las Guerras de Religión en Francia.
Hola! aqui les doy un pequeño resumen de estas guerras tan importantes del siglo XVI y XVII.
En el siglo XVI el calvinismo comenzó a tomar fuerza en Francia, éste movimiento llegó a nobles, burgueses, artesanos y campesinos por lo que se convirtió en una avaloancha difícil de contener.
Las guerras entre protestantes y católicos, eran además de disputas religiosas, una manera para que los nobles se opusieran a la centralización del poder.
Transcurrían los primeros años del siglo cuando la corona francesa, se vió debilitada por la muerte del rey Enrique II quien tenía tres hijos, dos menores de edad y el tercero Enrique III era muy débil para sostener el poder por si solo, por lo que su madre Catalina de Medicis tomó el control por un tiempo.
La noche de San bartolomé hubo una masacre en la que se cree murieron 2700 protestantes en Paris, la gente realmente era masacrada por los católicos que tenía una saña pecuiar contra el cuerpo, generalmente de la cintura para abajo, se cree que esto era por que para los católicos la sangre tiene un significado de purificación. Hubieron 8 guerras por estos motivos de 1562 a 1598.
En el siglo XVI el calvinismo comenzó a tomar fuerza en Francia, éste movimiento llegó a nobles, burgueses, artesanos y campesinos por lo que se convirtió en una avaloancha difícil de contener.
Las guerras entre protestantes y católicos, eran además de disputas religiosas, una manera para que los nobles se opusieran a la centralización del poder.
Transcurrían los primeros años del siglo cuando la corona francesa, se vió debilitada por la muerte del rey Enrique II quien tenía tres hijos, dos menores de edad y el tercero Enrique III era muy débil para sostener el poder por si solo, por lo que su madre Catalina de Medicis tomó el control por un tiempo.
La noche de San bartolomé hubo una masacre en la que se cree murieron 2700 protestantes en Paris, la gente realmente era masacrada por los católicos que tenía una saña pecuiar contra el cuerpo, generalmente de la cintura para abajo, se cree que esto era por que para los católicos la sangre tiene un significado de purificación. Hubieron 8 guerras por estos motivos de 1562 a 1598.
En 1610 Enrique IV fue asesinado por un fanático católico después de que se firmó el Edicto de Nantes, en donde se estipulaba que en Francia habría tolerancia religiosa; entonces el Cardenal Richelieu implantó una política para eliminar la resistencia por medio de la violencia, esto para fortalecer el estado pero lo anterior en ese momento no era conveniente para Francia pues estaba a punto de entrar en la Guerra de los treinta años por lo que Richelieu proclama la Paz de Alaisu (confirmación del Edicto de Nantes).
Pasaron los años y en 1650 la Iglesia católica exige que se eliminen las libertades protestantes, Luis XIV en sus primeros años de gobierno no actúa en contra de los protestantes pero en 19669 crea una declaración de 49 articulos donde limita la libertad de culto. Posteriormente proclama el Edicto de Fontainebleuen el cual se elimina la tolerancia religiosa y los privilegios de los hugonotes.
Los protestantes franceses no tuvieron tolerancia religiosa hasta un poco antes de la revolucion francesa.
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