miércoles, 29 de octubre de 2008

a vueltas con la teodicea

Juan Antonio Estrada es autor de Razones y sinrazones de la creencia religiosa. Dentro de su obra está el capítulo "A vueltas con la teodicea", es decir de la "relación entre Dios y el mal"1. Plantea una muerte de Dios que se ha ido desintegrando poco a poco. Sin embargo el autor jamás menciona elementos o demás autores que confirmen la muerte de Dios, aunque es sabido que fue Nietzsche quién propuso esto. Sin embargo la falta de notas al pie de página debilitan su postulado.
Plantea también, la muerte de la metafísica causada por la misma sociedad que ha ido perdiendo sus ideologías ed universalidad. "La desaparición de estas referencias globales (...) hace que el problema del mal sea cada vez más acuciante e irresoluble."2 Con la muerte de Dios se vuelve cada vez más inadmisible la opción de cupar al creador por los males que acongojan al mundo, es ahora el propio ser humano quien es el responsable de su vida y por ende, de los males que surgen.
En la tradición cristiana se le adjudica el papel de creador de la palabra a Dios, por lo tanto la historia y las vivencias se vuelven una hermenéutica divina. Toda relación entre divinidad y ser humano recae sobre interpretaciones, nunca sobre una comunicación directa.
En la filosofía de Heidegger, la contemplación de ideas divinas es el origen de toda sabiduría, por lo que el autor hace entrar en un conflicto al lector. Primero había dicho que con la muerte de la divinidad surgen nuevas teorías que ponen al hombre como responsable de los acontecimientos y, después, nos habla de Heidegger quien adjudica la sabiduría a la contemplación divina.
Un poco más adelante, Juan Antonio Estrada comenta que la pretensión de la cultura y filosofía occidental "ha sido siempre la de alcanzar la razón pura, es decir, una razón imparcial, neutra y objetiva viendo lo no racional (lo otro que la razón) como mera irracionalidad."3 No se me hace lógico que en primera instancia utilicie la hermenéutica, que afirma la existencia de tantas interpretaciones como lectores de un documento, por lo tanto una corriente que niega la objetividad, y después haga alusión a una meta occidental de alcanzar la famosa objetividad. Habiendo tantas nuevas teorías que niegan la existencia de la objetividad, Estrada sigue en una postura que me remite al siglo XIX. 
Hace un breve recuento de distintas teorías que han surgido y su posición ante la fe. SIn embargo no adopta ninguna de ellas, solo las explica transitoriamente. Conforme avanza su obra comienza a rechazar la justificación del mal. También narra algunos intentos teolóficos por comatibilizar el mal con una figura de Dios bueno. 

1. Juan Antonio Estrada, "A vueltas con la teodicea", en  Razones y sin razones de la creencia religiosa, Madrid, Trotta, 2001, p. 103
2. Idem
3. Ibidem, p. 108

Estrada, Juan Antonio. "A vueltas con la teodicea", en Razones y sin razones de la creencia religiosa, Madrid, Trotta, 2001, p. 103-138.

Ana Rocío Hernández Santes

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