¡Hola a todos! Ésta semana quiero compartirles reflexión acerca de una capítulo en Historia y Narratividad de Paul Ricoeur, en el que se explica la importancia de que se complementen el relato empírico y el de ficción.
“Necesitamos el relato empírico y el de ficción para poder llevar el lenguaje nuestra situación histórica”[1] Lo que establece Ricoeur es que la historicidad de cada individuo llega a ser lenguaje a través de la complementariedad que existe entre la historia y el relato de ficción.
Dicha interrelación puede parecer un tanto extraña ya que por lo general atribuimos a la historia una función más objetiva y científica mientras que la ficción es relacionada con la subjetividad al grado de considerarla como un juego de la imaginación con el único fin de entretener o agradar. Sin embargo ésta diferenciación se da cuando se está realizando una investigación provisional que se limita únicamente a los criterios de metodología. Pero en el momento en el que el investigador realiza un trabajo con el interés que dicta la metodología, entendiendo interés cuando el objetivo que se tiene es el conocimiento, la condición cambia. Gracias a ésta relación obtenemos la vía por la cual podemos expresar nuestra historicidad “… el tipo de vida del que forma parte el discurso de vida es nuestra propia condición histórica” [2]
Más de Ricoeur:
http://plato.stanford.edu/entries/ricoeur/
[1] Ricoeur, Paul, Historia y narratividad, Barcelona, Ediciones Paidós/I.C.E. Universidad Autónoma de Barcelona, 1999, pág 152
[2] Ibid, pág 133.
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